Profesorado de Educación Primaria

PROFESORADO DE EDUCACIÓN PRIMARIA

 
mural de primaria

 

FUNDAMENTACIÓN

Desde  la formación de docentes, se espera propiciar el “aprender a aprender” y el “arte de vivir juntos”.
Donde el “aprender a aprender” supone formar un docente que:
– Disponga de una actitud general para plantear y analizar problemas, y de principios
organizadores que le permitan vincular dichos saberes y darle sentido.
– Se apasione con la tarea de enseñar y suscite el deseo de aprender.
– Enseñe a componer y fragmentar, a investigar y experimentar los dispositivos con que se
producen las operaciones creativas del lenguaje; propiciando en el alumno la búsqueda de
saberes y su recreación más que la mera “posesión” de los mismos.
– No tema a la incertidumbre y se convierta en dueño de sus propios procesos de indagación;
autor de su propia enseñanza y de la enseñanza mutua, haciendo de los modos y las
bitácoras una cuestión fundamental.
– Explore y se pregunte, pueda resolver problemas y no escinda los lenguajes artísticos de los
científicos.
– Tenga una mirada filosófica y antropológica que atraviese la currícula superando toda visión
fragmentada.

– Constituya un cuerpo-ser humano capaz de atraer la mirada sobre sí mismo, trabaje su voz y
su postura creando climas, emocionando, abriendo paso a la imaginación y a la solidez de
conceptos.
– No abandone el camino por el absurdo, ni quiera explicarlo todo rechazando el misterio. Que
cree una ciencia especulativa y de acción, no alejada de su cruce con la imaginación poética.
– Incursione en las nuevas formas de lo colectivo: una nueva idea de grupo, de equipo, de un
hacer donde la producción y el trabajo dialoguen, y el pensamiento se entienda como
producción.
Y el arte de vivir juntos significa formar un docente que:
– Asuma una práctica política “donde la escuela no tenga un adentro y un afuera”.
– Entienda la profunda raíz política de sus actos, con una comprensión clara de que su hacer
(sus prácticas, su organización, sus dichos y actitudes), constituyen “matrices de
pensamiento”; “forman” en sus alumnas/os un sentido ético y estético; un modo ver la realidad y de actuar en consecuencia.
– Promueva una trama de afectos y responsabilidades sin sectarismo, una nueva manera de
amar al servicio de la vida y del otro como par y hermano, y no como contendiente a suprimir;
una actitud de complementariedad, por medio del afecto y el respeto por la diversidad, en el
marco de una práctica creativa, primordial para comprender e intervenir en la realidad.
– Establezca con los/as alumnos/as estrategias para significar y dirimir los conflictos orientadas
hacia una cultura de paz, desde donde sostener sus luchas y resistencias.
– Abandone en sus modos de evaluar, el criterio del rendimiento o la “piedad”, y pueda
acompañar el crecimiento del alumno y alumna: como sujeto; como protagonista social; como ciudadano; como ser de la especie.